Estoy en: Foro > Material Jurídico > Primer Año

unidad I derecho politico


hola!! necesito ayuda de gente que vaya a la UNCuyo estoy cursando derecho politico en la catedra II y me estoy volviendo loca con la unidad I, necesito que si alguien tiene algun resumen de esa unidad que me ayude. Desde ya muchas gracias!!

paog Sin Definir Universidad

Respuestas
UMSA
EJA Moderador Creado: 09/04/08
¿Podrías especificar de qué se trata esa unidad? De esta manera se nos hará más fácil ayudarte con tu cometido.

Saludos.

Sin Definir Universidad
paog Ingresante Creado: 09/04/08
perdón no me di cuenta..........la unidad se trata de la politica, lo politico y la ciencia politica

UMSA
EJA Moderador Creado: 09/04/08
Fijate si te sirve algo de esto. Si necesitás algo además de lo pedido, postealo.

Política: acepciones y manifestaciones. Realidad múltiple, polifacética, variable, simbólica y multirrelacionada.

Política es tanto un sustantivo como un adjetivo: la política, la actividad política. “Político”, también: el político, los partidos políticos. “Político” se puede usar asimismo en género neutro: “lo” político.
Tanto en unos casos como en los otros, político y política derivan de “Polis”, palabra griega con la que se mencionaba a la ciudad-estado.
El concepto y la esencia de lo político consisten en la construcción, consolidación y conservación del grupo máximo y total. Si a la organización de ese grupo le damos el nombre de estado, “lo político” equivale a “lo estatal”.
El concepto de estado tiene su raíz griega “Polis”, que en Grecia se la denominaba la comunidad autosuficiente, autárquica, perfecta y equivalente a lo que es hoy el estado. En Roma se lo denominaba “Civitas” (civil). Sin embargo, tanto la “Polis” griega como la “Civitas” romana están cargadas de contenido político.
Según Linares Quintana, tanto lo político como la política se refiere exclusivamente al estado, sin embargo, hay otras corrientes doctrinarias que decían que el estado es una unidad política, moderna, actual e históricamente concreta donde el estado no ha sido ni la “Polis”, ni la “Civitas”, ni la república medieval, porque el estado recién aparece en la Edad Moderna. Por supuesto que estos pensadores no pueden negar que antes que el estado moderno existían otras organizaciones y formas políticas; lo político es anterior al estado, que sería el género, y lo estatal la especie.
Según Carl Smith, la esencia de lo político radica en la oposición entre amigos y enemigos. Cualquier actividad política va a originar, según este autor, un antagonismo de tal modo que una actividad humana se convierte en política cuando existe un antagonismo tal que se convierte o convierte a los opositores en enemigos.
Jouvinel sostiene que la política es toda acción que reúne voluntades ajenas que tienen un proyecto en común y que, por lo general, se enfrentan con otras voluntades ajenas que tienen otro tipo de fines o de proyectos. El arte de la política es una técnica de adición de fuerzas humanas cuyo fin es el bien común. La política es algo peculiar que hace a la cualidad del poder y no a la cantidad del poder. De allí que se califiquen de políticos los partidos, los grupos de presión y las fuerzas e instituciones. De aquí surge una trilogía de la política: quien manda, como manda y porque manda. El primero se refiere a la titularidad del poder, o sea, cual es la persona o las personas que gobiernan. En cuanto al segundo, importa conocer si las órdenes emanadas por aquellas personas tienen competencia para hacerlo. El tercero apunta a un objetivo, es decir, si ese poder es legítimo debe ser acatado, siempre y cuando tenga como finalidad una causa justa.


La ciencia política. Origen e historia. Concepto actual. Derecho Político. Concepto. Derecho político y ciencia política.

La ciencia política: La ciencia política es el estudio de todo cuanto de universal y necesario tiene la política.
La ciencia política tiene como objeto al estado, en su ser general, universal y necesario. Nos explicará, no sólo en que consiste ese ser, sino también su origen y composición mediante la consideración de las causas y elementos del estado.
Para Freund hay que explicar lo político por sí mismo, por sus leyes y presupuestos propios, por su acción específica y no por otras cosas, tales como la moral, la biología o la psicología, ya que, de otro modo el término ciencia política quedaría reducido tan sólo a una manera de expresarse. Además, dice, admitir la permanencia de la naturaleza humana y negar la esencia de lo político daría lugar a la sola consideración de la historia política y no a una ciencia política en sentido estricto.
Cabe consignar que Freund sostiene que analizar la esencia de lo político es procurar entender el fenómeno político en sus características propias y peculiares que lo diferencian de otros fenómenos de orden colectivo, tales como el económico o el religioso, y es procurar encontrar los principios que permiten hacer la discriminación entre las relaciones sociales que son específicamente políticas y aquellas que no lo son. En consecuencia, el objeto propio de la ciencia política es lo político considerado en su esencia y no el estudio acumulativo de los acontecimientos e instituciones que han entrado en el círculo político a lo largo de la historia.

La política como ciencia tiene por objeto de conocimiento o estudio el ámbito de la realidad que es quehacer o actividad política. La política como forma de conocimiento tiende a colocar el fenómeno político bajo análisis y observación científicos; no se trata de un conocimiento vulgar, sino de un conocimiento objetivo, sujeto a un método, susceptible de transmitirse a otros, y de ser adquiridos por éstos.
Este estudio científico de la política tiene múltiples matices, y según se adopten o se excluyan algunos, variará el contenido de la ciencia política en las distintas concepciones de escuelas y autores.
Un enfoque que se titula estrictamente científico y que aspira a la pureza de la ciencia política se detiene en el análisis del fenómeno político tal como es en la realidad. Hace meramente una descripción fenoménica y real, a nivel empírico, con datos de la experiencia. Le preocupa el “ser” político, el ser del estado tal cual es. Esta línea científica deja de lado la valoración, la crítica, el por qué y el para qué de los fenómenos políticos.
Un segundo enfoque reius que reducir la ciencia política a pura observación y descripción fenoménicas es amiusr su ámbito o contenido, tanto como aprisionar o ignorar la inquietud del razonamiento humano. De este modo, se extiende el contenido de la ciencia política hasta un conocimiento razonado del fenómeno político; no desprecia el estudio de la realidad, pero añade el estudio de su esencia, de sus fines, de sus causas primeras, en una palabra, de su “razón de ser” y de su “deber ser”. La comparación valorada de la realidad que “es” con la que “debe ser” apareja la búsqueda del ideal de justicia, del progreso político, de las pautas para mejorar la realidad; y formula los tipos ideales del régimen político, los principios a seguir, los tipos del mejor régimen posible en una circunstancia determinada, etc.
En orden al conocimiento científico de la política, se suele hacer otra distinción entre conocimiento especulativo o puro, y conocimiento práctico o interesado. El conocimiento especulativo se dirige exclusivamente a conocer por conocer; no hay otra finalidad a alcanzar. El conocimiento práctico, al contrario, busca un fin especial, que es el de aplicar prácticamente a una realidad el conocimiento teórico alcanzado.

La posibilidad de una ciencia política presupone la ciencia de la naturaleza humana, porque negar la posibilidad de una ciencia humana, pretendería hacer la realidad de una ciencia que constantemente variaría; además sería negar cualquier posibilidad de pensamiento coherente y racional entre los hombres. La posibilidad de una ciencia política procede de la naturaleza humana, a pesar de que los cambios de estado, regímenes, ideologías y constituciones, le dará un aspecto irreversible en el tiempo.
Tenemos por un lado el nominalismo, que nos enseña que toda representación de lo real es singular, no existiendo lo universal. Para ellos todo lo que sea universal son simples nombres que reciben, de sus hombres, un significado de manera tal que todos los conceptos no expresan el ser de las cosas, sino el pensamiento de los hombres sobre las cosas y sus relaciones.
La contraposición del nominalismo es el realismo moderado, que si bien reconoce que las ideas no se dan por separado o aisladas, solamente en nuestro espíritu, pero que en la realidad están siempre unidas a una materia afirmando que la inteligencia puede abstraerla como cualidades propias del sujeto; el espíritu puede representar lo real de una manera fiel aprehendiendo la ciencia, que es similar en todos los individuos de una misma clase.
Los nominalistas han mostrado una marcada abstracción al dinamismo de la evolución histórica, y es así entonces que Marx dice que la historia no se convierte en otra cosa que en ser la continua modificación de la naturaleza humana. El concepto de la política, como un hacer estableciendo el modelo que la convierte en el deber ser. Además dice que la política es también una lucha por el poder donde los gobernantes luchan para permanecer en el cargo y cumplir el plan o el programa propuesto y parte de los gobernados desalojados de él. Por eso definimos la política como actividad, como el arte de hacer en el gobierno y el de cumplir con el fin que se persigue, el bien común.
En cuanto a las relaciones de la política con la ética, la ordenación al fin y la tendencia al bien común se convierten en un principio interno vital y esencial de la sociedad.
Para poder lograr ese fin juega un importante rol la ciencia política, como un hacer y como una práctica política. Toda práctica política es causada por una teoría política y ésta se nutre de una ética y, a su vez, toda ética descansa en una antropología.
Tenemos también que toda práctica política es causada por una teoría política. Podemos adherir que toda concepción del hombre, y también de la moral, tiene una raíz teológica. Entonces no hay práctica política si la desvinculamos de la ética, de la moral y de la teología, porque todas toman los principios que nos pueden llegar a servir en la ciencia política.
En cuanto a las formas políticas y hábitos dominantes por las distintas sociedades, dependen de la actitud religiosa que en ellas se adopte.
En cuanto a la moral, basta señalar que sea que se adopte la ética o la teoría presuperhombre enunciada por Nietzsche, inspiraron doctrinas políticas en el nacionalsocialismo y en el fascismo italiano, sea que se siga al utilitarismo de Benham o la moral de las circunstancias, no hay ninguna política ajena a alguna escuela ética.
El socialismo, el historicismo, el utilitarismo y el pragmatismo, consideran a la política como una lucha por el poder, o como una praxis legítima, en tanto y en cuanto, se obtiene el resultado querido y la utilidad buscada, y desconoce la verdad como la esencia de la política, por eso en la obra El Príncipe, de Maquiavelo, se advierte un divorcio absoluto entre lo político y lo moral.
Creemos que Maquiavelo ha dejado de lado toda la moral fundada en la ley natural, para adoptar la ética utilitaria de la omnipotencia del resultado y de las circunstancias.
La política y la moral no son ajenas entre sí, porque estando la política al servicio del hombre busca un bienestar para éste, y al ser el bienestar su finalidad se inscribe dentro de los presupuestos y principios de la moral.

Origen e historia: El nacimiento de la ciencia política ocurre en el siglo V a.C. cuando la democratización de Atenas plantea la necesidad de la educación política de toda la comunidad. Los sofistas, que buscaban más la educación política de los caudillos que la del pueblo, ofrecían la aptitud intelectual y oratoria que permitía aspirar a ocupar los primeros puestos políticos.
Sin embargo será Platón quien plantee la necesidad del saber político, como requisito esencial para el gobierno de la ciudad, como deber del filósofo. En su obra, La República, intenta demostrar el político prudente, es decir, que los gobernantes cumplan su función de acuerdo con las normas naturales espontáneamente conocidas de la verdad y del bien.
También Aristóteles muestra a la Ciencia Política, como saber propio del gobernante. En la Ética a Nicómaco sostiene que desde el momento que la política se sirve de las demás ciencias prácticas y legisla sobre lo que debe hacerse y lo que debe evitarse, el fin que le es propio abraza los de todas las otras ciencias, al punto de ser por excelencia el bien humano. Además dice que la ciencia política es la que, en efecto, determina cuáles son las ciencias necesarias en las ciudades, y cuáles las que cada ciudadano debe aprender y hasta dónde.
Queda así concebida la Ciencia Política como ciencia arquitectónica, esto es, ordenadora, ciencia soberana y fundamental.

Derecho Político:
Concepto = Con el nombre de “derecho político” se quiere poner el acento en una forma especial de conocimiento político: aquella forma de conocer la realidad política que cae bajo regulación del derecho.

Derecho político y ciencia política: Como el derecho no puede perder, en definitiva, su conexión con la ética ni con las valoraciones, quienes prefieren mantener el nombre de “derecho político” frente a la tendencia de sustituirlo por el de ciencia política, procuran defender la inclusión de los ingredientes filosóficos, jurídicos, valorativos, etc., en el estudio del fenómeno político, para conservar la dualidad de lo que es y de lo que debe ser en el contenido del conocimiento político.

Metodología de la ciencia política: Según sea el objeto a conocer, será el método a seguir. Primero hay que delimitar el objeto, a fin de adoptar el método. En alguna medida, comprendemos que si consideramos a la ciencia política con criterio multifacético, el método no puede ser simple sino complejo. No hay una pureza metodológica, porque hay variedad y pluralidad de aspectos a conocer. Tanto los mecanismo racionales (inducción, deducción, análisis, síntesis, comparación, analogía) como las técnicas de investigación, han de ser diversos.
a) Para el conocimiento descriptivo y empírico de la realidad política, es menester manejarse con la observación, la comparación y la inducción. Hay que ir de lo particular a lo general, partiendo de los hechos y de la experiencia, pasando luego a la comparación y a la analogía, para finalmente arribar a lo que Jellinek ha denominado el “tipo empírico”. El tipo empírico es un tipo común que comprende los caracteres habituales y afines que concurren en una serie agrupada de regímenes análogos. Se observa, por ejemplo, cuáles son las instituciones, los hechos, las normas, etc. que, con cierta similitud, se dan analógicamente en todos los estados o en algunos de ellos. Es decir, presuponiendo que dentro de la variedad y pluralidad de estados hay algo permanente e independiente de las particularidades individuales, se abstraen de todos esos estados las notas comunes y unificantes, en que todos ellos participan o concuerdan, y se elabora el tipo empírico. Para ello, es menester haber utilizado la inducción, la comparación y la abstracción, hasta culminar en la síntesis. De esta manera, se elabora el tipo empírico del constitucionalismo clásico, del constitucionalismo social, de las democracias, de los totalitarismos, del régimen parlamentario y del presidencialista, etc. O sea, se verifica lo que hay en común en todos los estados que adoptan como base de organización cada una de las formas políticas aludidas.
b) Cuando salimos ya del marco de la realidad política y entramos en el área de la valoración, de la estimativa, del tipo ideal que nos señala como debe ser el estado, etc., es indispensable echar mano de otros procedimientos más allá de la experiencia. El método racional y deductivo prestará acá su ayuda, no porque podamos a priori y abstractamente conocer las causas, los fines y la esencia del estado, sino porque la pura observación será insuficiente. De los datos experimentales podremos inducir lo que es tal cual es, pero de inmediato hará falta discernir racional y deductivamente lo que debe ser. También en la valoración partimos de la experiencia, del sentimiento razonado de justicia, pero en la elaboración de los criterios de valor y en el descubrimiento del valor hay algo más y mucho más que la experiencia pura.
Ahora bien: eso que llamamos el sentimiento de justicia no es un mero a priori subjetivo, de tipo sicológico, que exista o funcione en la mente humana; se trata de otra cosa; se trata de que con mi razón o mi intelecto puedo acceder al conocimiento de principios ideales y de valores objetivos, que no caen bajo mi percepción sensible. Este conocimiento no proviene de la experiencia, pero merced al esfuerzo de mi razón, lo intuyo con ocasión de la experiencia. Quiere decir que la experiencia es un estímulo para que la razón descubra los valores y forme los criterios de valor después de hacer la estimativa axiológica. Por otra parte, hemos de aclarar que en la ciencia política, interesan las valoraciones objetivas y sociales. No se trata de valoraciones derivadas del sentido de justicia de un hombre determinado, sino de valoraciones que vivencia y comparte un grupo social.


Técnica política. Prudencia política. Filosofía política.

Prudencia política: El acto prudente consiste en la elección del bien.
Elegir el bien y obrarlo es propio de la prudencia, por consiguiente presupone su conocimiento. El prudente, enseña Santo Tomás, precisa conocer tanto los primeros principios universales de la razón cuanto las realidades concretas sobre las que versa la acción moral. Exige, pues, el acto prudente dos conocimientos: el de los principios universales que deben aplicarse y el de las circunstancias contingentes en que deben ser aplicados. Hay una prudencia individual y también una prudencia social: las diversas clases de prudencia deben distinguirse según los distintos fines: una será la prudencia propiamente tal, que trata del bien particular; otra la prudencia económica, que trata del bien común de una familia y una tercera, la prudencia política, que versará acerca del bien común del estado; a su vez, la prudencia política admite ser clasificada en prudencia arquitectónica, que es la del gobernante y prudencia obedencial, propia de los gobernados. El objeto de la prudencia política consiste en concluir cuáles son los medios acertados para que la acción del hombre no se desvíe del bien común.

Sin Definir Universidad
Khyron Ingresante Creado: 10/04/08
hola a todos, alguien tendrá por si acaso material de justo lopez (d. político) en formato word? o pdf?

muchas gracias

UCES
maruaicardo Ingresante Creado: 15/04/08
Holaaaaaaaaa genteeeeeeee =)
Si alguien tiene un resumen de sabine historia de las ideas politicas por favor mandenmennn a ..
Lo necesito urgente porque lo que he resumido no entiendo =(
GRACIAS!!!!!!!!!

Derecho Apuntes de Derecho

Temas Similares a unidad I derecho politico